En los últimos días del mes de diciembre de 2021 se produjo la segunda postura de una de las parejas de cóndores del Bioparque Municipal “La Máxima”.

“Ahora debemos esperar para saber si el huevo es fértil; el primer huevo de la temporada no resultó como lo esperábamos y esta nueva postura nos abre un nuevo camino”, indicó Flavio Maldonado, director del Bioparque.

“Logramos que se realice por cuarto año consecutivo la puesta del año, luego de larga interrupción que sufrió el programa en referencia a las posturas y  reproducción, por lo que siempre estas noticias son auspiciosas”, expresó con satisfacción Maldonado.

“Continuar con la  reproducción del programa  es muy importante para el Bioparque y para Olavarría”, afirmó.

“Trabajamos diariamente para tener este resultado, el equipo veterinario a cargo de Horacio Grand, el cuidador  Pablo Cajal y el encargado de Bienestar Animal Graciarena Matías llevan  adelante el manejo sanitario y de bienestar del Programa de Conservación”, destacó.

Los procesos biológicos necesitan de tiempo para consolidarse, hay mucho que aprender de los tiempos que dicta la naturaleza, hay que respetarlos, entenderlos y acompañarlos.

Pero no solamente se trata de reproducir con la pareja existente, se está trabajando para ampliar el  Programa de Conservación con la reconstrucción del ambiente para los cóndores en el centro de rescate.

El trabajo de Conservación involucra a la Fundación Bioandina, Bioparque Temaikén y Ecoparque Buenos Aires. Trabajar en conjunto con instituciones de gran trayectoria permite valorar y continuar las políticas públicas a largo plazo, consolidando las instituciones que velan por la Conservación de la Naturaleza.

Flavio Maldonado hizo hincapié en el trabajo con instituciones educativas como un aspecto fundamental “sabemos que no alcanza solo con la reproducción de animales, necesitamos planificar con las escuelas de Olavarría, consolidar alianzas que  permitan generar material educativo para llegar a las instituciones escolares de Olavarría y la región, porque la educación complementa todos los otros esfuerzos que hacemos a diario”,  

“Entendemos que sólo podemos conservar lo que conocemos y para esto debemos enseñarlo”, concluyó.

La importancia de los cóndores y lo que cuentan

El cóndor andino (Vultur Gryphus) es una especie emblemática de Sudamérica y está considerada un patrimonio cultural y natural del continente. En nuestro país se lo encuentra a lo largo de la Cordillera de los Andes, en provincias como Catamarca, Jujuy, Tucumán, Salta, Tierra del Fuego y en la zona central del país.

Se alimenta de carroña, por lo que cumple un rol invaluable en los ecosistemas. Al consumir animales muertos evita la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades en los humanos. Además, ayuda a controlar la población de otras especies carroñeras y así contribuye a mantener el equilibrio del ecosistema.

Declarado en peligro de extinción y protegido por la Ley Nacional Nº 22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre, la principal amenaza que afecta al cóndor andino es el consumo de cebos tóxicos, una práctica ilegal utilizada para el control de especies predadoras. El uso de estos cebos no solo pone en peligro al cóndor andino, sino a todas las formas de vida, incluso la salud humana, además de resultar ineficiente para el control de predadores, ya que mata animales con hábitos carroñeros dejando que se multipliquen aquellos que incluyen el ganado en sus dietas.

Para preservar el cóndor andino, diferentes instituciones  impulsamos la Estrategia Nacional Contra el Uso de Cebos Tóxicos, un trabajo articulado con autoridades ambientales y otros actores relevantes de las catorce provincias del país con distribución de esta especie amenazada.

La estrategia apunta, en articulación con las provincias, a mejorar la detección y el tratamiento de los casos de envenenamiento, minimizando el riesgo para el personal que interviene en estos procesos. A su vez busca generar un conocimiento más preciso de los sitios de mayor conflicto para orientar los esfuerzos de conservación y las tareas de difusión y educación en las comunidades.

 

Normas respeto y convivencia con los residentes del Bioparque

  • Prestar especial atención a donde disponemos nuestros residuos, debemos arrojarlos en los cestos, evitando que estos queden en el ambiente o puedan ser ingeridos por los residentes del Bioparque “Nuestros Animales”.
  • No corra cerca de los animales y transite en silencio, hay muchas especies que se están preparando para su reproducción y muchas veces depende de su tranquilidad para lograrlo.
  • No ingrese con mascotas al Bioparque Municipal, este espacio es un lugar de conservación y hábitat de especies silvestres.
  • No se permite jugar al fútbol ni otros deportes de contacto que puedan generar estrés en los animales.
  • No alimente a los animales, no arroje objetos a ellos y no intente acercarse
  • No genere momentos de estrés y ansiedad en los animales ya que pueden ocasionar o desencadenar cambios comportamentales que pongan en riesgo al animal y a los visitantes. Respetando la libertad de los animales de no sentir estrés ni miedo.
  • Los animales tienen una zona de fuga que es el espacio alrededor suyo y que en caso de ser invadido provoca que se aleje. El tamaño de ese espacio debe respetarse para evitar que los animales se pongan en alerta.

(Foto Ilustrativa)